El dominio propio nos da seguridad que podemos controlar el temperamento, las emociones,  los deseos, la sexualidad entre otros.

 

 

 

En Proverbios 25:28 Dice "la palabra que una persona sin dominio propio es como una ciudad con las murallas destruidas".

 

 

 

Dominio propio es la habilidad de dominar o regular las emociones, impulsos o comportamientos. Es la capacidad de dominar los impulsos inmediatos para lograr un objetivo a largo plazo. El dominio propio, nos impide hacer cosas de las cuales nos vamos a lamentar en la vida.

 

 

 

La biblia nos muestra que el dominio propio es el fruto o el resultado que produce en nosotros el Espíritu Santo. (Gálatas 5:22 NVI), finaliza diciendo dominio propio.

 

2 Timoteo 1 Dios no nos ha dados espíritu de temor, sino de dominio propio, que es autodisciplina.:7  El dominio propio se logra ejercitándolo, en  2 Pedro 1:5-6; 1 Pedro 5:8.

 

 

 

El dominio propio es uno de los requisitos que Dios exige para aquellos que queremos liderar, ser pastores, ancianos de la iglesia (1 Timoteo 3:1-2); por lo tanto los lideres, pastores entre otros, debemos ser intachables. Debemos tener dominio propio – auto control sobre:

 

El pecado: es decir que éste no nos controle. Romanos 6:12.  El pecado no puede reinar en nosotros, no podemos dejarnos llevar por él, pues siempre quedaran consecuencias.

 

Nuestros pensamientos. La mente controla todo nuestro ser. El enemigo sabe que tenemos una batalla en la mente cada día. El enemigo envía pensamientos, ideas pecaminosas a diario para hacernos caer; pensamientos en contra de Dios, de la iglesia, de nuestra familia; no podemos permitir que esos pensamientos que el diablo nos envía a través de la TV o una conversación, controlen nuestras emociones, sentimientos, palabras ni comportamiento. (Romanos 12:2 - Colosenses 3:2 – Romanos 8:5). Nuestros pensamientos son muy importantes, lo que pensamos se hace realidad, Filipenses 4:8. No podemos dejar que nuestra mente divague, se distraiga, debemos estar concentrados cuando estamos escuchando la palabra, adorando etc.

 

Mis emociones: Caín no controlo sus emociones, esto lo llevo a asesinar a su hermano.  No podemos dejar que emociones como la rabia, los celos, la depresión, la envidia, nos controlen.  Esto no indica enterrar las emociones, hay que sanarlas para que cuando llegue algo que nos recuerde alguna situación difícil, podamos controlarlas. A veces Dios permite situaciones difíciles para que salgan a flote nuestras emociones.

 

Nuestros Sentimientos. Tiene que ver con el corazón. No podemos permitir que en el corazón hayan sentimientos de amor hacia una persona diferente al esposo o esposa, nos podemos sentir quizá atraídos, pero no deben haber sentimientos, hay que poner un límite. Esto también implica para aquellos que son solteros, pedir a Dios una persona convertida a Dios, amar a un hijo(a) de Dios.

 

Deseos Sexuales. Las relaciones sexuales permitidas por Dios, son las que están dentro del matrimonio. Debemos tener cuidado con las películas que vemos, música pues eso nos puede llevar a pecar en ese sentido. El noviazgo no es una etapa para probar la sexualidad. Es necesario tener autocontrol.

 

Nuestras palabras. No podemos decir algo que ofenda o humille a otro. No podemos levantar malos testimonios, decir palabras soeces, no podemos hablar mal de nadie ni tampoco de nosotros mismo. Control sobre nuestra boca, no podemos expresar todo lo que se nos viene a la cabeza. Proverbios 10:19-Santiago 3:5.

 

Nuestro Comportamiento: Lo que pensamos nos lleva a tener deseos, si no controlamos nuestros deseos, nos lleva a tener comportamientos.  No podemos hacer todo lo que se nos venga a la cabeza. Todo aquello que nos controle, nos domina, ejemplo: la comida, un juego, un programa de TV; no puede volverse la prioridad de nuestra vida. Esto no indica que no podamos practicar un deporte, ver un programa etc, pero NO puede controlarnos.

 

Para desarrollar el autocontrol debemos sacar de nosotros todo lo que nos lleva a perderlo, amistades, programas, relaciones, etc. Orar sobre todo y pedir a Dios dirección, establecer rutinas de oración y lectura de la palabra para fortalecernos; que no haya excepciones. Adicional, debo perdonarme cada vez que falle, volver a intentarlo… es más fácil tener autocontrol cuando QUEREMOS HACER ALGO y no cuando NOS TOCA HACERLO